Es posible que como a muchos a ti también te sorprenda la rapidez en la que en los últimos años pasamos de una estación a otra, de manera que casi podemos decir que el otoño y la primavera se reducen a unos cuantos días en los el aire está un poco más fresco o más cálido por las mañanas y noches y rápidamente nos asalta el frío o el calor en toda su plenitud.

Nuestro cuerpo tiene gran capacidad de adaptarse a todo de tipo de cambios gracias a su habilidad para mantener la homeostasis y alostasis interna en todo momento. Sin embargo, hay multitud de factores en los que ese delicado equilibrio se puede romper dando lugar a la aparicion de síntomas físicos, emocionales y mentales, que pueden tratarse ayudando al cuerpo a recuperar su mecanismo natural de sanación. En esto sabemos que son especialistas las plantas en forma de infusiones y sus diferentes extractos, aceites esenciales y preparados.

Regulación de la temperatura corporal

La termorregulación es un proceso homeostático que mantiene una temperatura corporal interna estable a pesar de los cambios en el entorno externo.

El sistema de termorregulación incluye el hipotálamo, el nervio vago, el sistema circulatorio, las glándulas sudoríparas y la piel.

Mantener la temperatura corporal dentro de un rango alrededor de 37º C (98,6°F), que varía de persona a persona, permite que las enzimas y las respuestas inmunitarias del cuerpo mantengan una funcionalidad adecuada.

Nuestro cuerpo mantiene la temperatura mediante procesos físicos, como la sudoración para reducir la temperatura corporal, los escalofríos para aumentarla y la contracción y distensión de los vasos sanguíneos para alterar el flujo sanguíneo.

La temperatura del cuerpo fluctúa a lo largo del día. Normalmente es ligeramente más baja por la mañana y ligeramente más alta por la noche. Además, la temperatura corporal alcanza su valor más bajo durante la segunda mitad del ciclo de sueño, siendo este punto uno de los principales marcadores de los ritmos circadianos.

¿Cómo funciona la regulación de la temperatura en el cuerpo?

  • Regulación central en el Hipotálamo:

Los receptores de temperatura alrededor del cuerpo, llamados termorreceptores, identifican si la temperatura central es demasiado fría o demasiado caliente.

El cuerpo tiene termorreceptores periféricos y centrales. Los termorreceptores periféricos se encuentran en la piel y detectan la temperatura superficial, mientras que los termorreceptores centrales se encuentran en las vísceras, la médula espinal y el hipotálamo y detectan la temperatura interna.

Las variaciones en la temperatura corporal activan estos termorreceptores, que transmiten la información al hipotálamo, que a su vez responde a la información que recibida (o aferente) para ordenar la liberación de hormonas que envían señales de regulación del calor a varias partes del cuerpo para que pueda aumentar o disminuir la temperatura corporal y devolverla al valor inicial.

Cuando el hipotálamo funciona de manera óptima, la producción de hormonas también lo está . Por ejemplo, el hipotálamo puede liberar hormonas tiroideas para aumentar su tasa metabólica y la posterior producción de calor. De manera similar, el centro motor primario en el hipotálamo posterior provoca contracción y temblores del músculo esquelético, lo que lleva a una mayor producción de calor. Por el contrario, el hipotálamo puede disminuir la liberación de catecolaminas de las glándulas suprarrenales y las hormonas tiroideas, lo que lleva a una tasa metabólica reducida.

Otro ejemplo se da durante la menopausia, cuando el hipotálamo, el centro de control del sistema endocrino, puede alterar su funcionamiento, provocando una desregulación de la temperatura, como los molestos sofocos.

Para ayudar a restablecer el equilibrio del hipotálamo los siguientes aceites esenciales son apropiados, tanto en forma única como en una mezcla de dos o tres de ellos. Es ideal probar y variar para encontrar la fórmula que mejor funciona a cada uno:

Aplica 1 gota en la frente, justo encima de la nariz, entre las cejas y la línea del cabello, hasta 6 veces al día. Otra opción es preparar un inhalador y usarlo varias veces al día durante 4 o 5 respiraciones.

  • Regulación de la circulación sanguínea.

    Un sistema cardiovascular y sanguíneo saludable transporta sangre rica en oxígeno y nutrientes al cuerpo y al cerebro, al mismo tiempo que transporta toxinas y desechos a los riñones y al hígado para su eliminación.

    Los siguientes aceites esenciales favorecen el flujo sanguíneo a todo el cuerpo y al cerebro, ayudando a aumentar la absorción de nutrientes y purificar el cuerpo de toxinas:

Diluye al 5-7% en gel de Aloe vera o crema base y aplica en las piernas, detrás de la nuca, clavícula izquierda y/o muñecas dos o tres veces al día según sea necesario.

 

  • Regulación a través del Sistema Nervioso Autónomo.

    El nervio vago puede influir indirectamente en la regulación de la temperatura corporal  al transmitir información proveniente de las visceras y regular numerosas funciones fisiológicas, incluidos los reflejos térmicos viscerales.

    El nervio vago es una importante conexión bidireccional entre los órganos viscerales y el cerebro, de hecho se dice que las aferencias vagales termosensibles detectan los cambios de temperatura en las vías respiratorias y el tracto gastrointestinal, y median en los reflejos térmicos viscerales.

    El nervio vago ayuda a generar calor interno activando el sistema nervioso simpático, lo que provoca la vasoconstricción de los capilares de la piel y provando una menor pérdida de calor.

    Además, las glándulas suprarrenales liberan catecolaminas, como adrenalina (epinefrina) y  noradrenalina (norepinefrina), que aumentan la tasa metabólica y la producción de calor.

    Cuando es necesario disipar el calor y enfriar el cuerpo, el nervio vago activa las  fibras colinérgicas simpáticas que inervan las glándulas sudoríparas, aumentando el sudor y una mayor pérdida de calor.

    Un sistema nervioso autónomo equilibrado media adecuadamente las respuestas fisiológicas de los cambios saludables de temperatura.

    Los siguientes aceites esenciales tienen la capacidad de estimular el nervio vago y equilibrar el sistema nervioso autónomo favoreciendo una regulación saludable de la temperatura corporal:

    Diluye al 5-7% en gel de Aloe vera o crema base y aplica sobre el nervio vago (detrás del lóbulo de la oreja en el hueso mastoideo) para activar el nervio vago.

    Te deseamos una agradable calidez en la entrada del otoño