El aceite perfumado encontrado en la tumba de Tutankamon era de consistencia sólida, aunque los arqueólogos vieron que se derretía y se volvía más viscoso al aplicar el calor de las manos. Nos cuentan que el aroma tenía notas a coco y valeriana. Este hecho prueba que los aromas de las resinas y aceites pueden perdurar muy largo tiempo, y más perdurables son las resinas y menos los aceites esenciales, aunque si ambos tipos de sustancias los «capturamos» en un aceite base podemos incrementar su durabilidad.
Surge la cuestión de que cuando un aceite se degrada esto sea debido a cambios químicos en su composición que afectan a su aroma, consistencia, propiedades terapéuticas y color, y es posible que esta degradación convierta al aceite en tóxico.
Si acumulamos gran cantidad de aceites esenciales es posible que no los usemos tan pronto como esperábamos y nos encontremos con el tiempo con nuestros preciados aceites de lavanda, jazmín, incienso, por ejemplo, y no estemos seguros de si todavía los podemos usar. Ponemos un enorme esfuerzo en tener aceites esenciales puros sin adulterar y de la mejor calidad y ello supone una inversión de dinero grande también. Una vez que el aceite está en nuestra mano es nuestra responsabilidad mantener la pureza y calidad del mismo y ello depende del cuidado que les demos.
Los aceites esenciales siguen las leyes de la naturaleza, por lo que lógicamente deben «caducar». La respuesta a cómo caducan los aceites es un poco compleja.
Cuando hablamos de caducidad nos referimos a si el aceite esencial aún mantiene su eficacia y es seguro. Debido a su naturaleza química, los aceites esenciales pueden conservar sus propiedades y composición durante periodos prolongados de tiempo, pero existe variabilidad dependiendo del tipo de aceite, de si es una resina y de la manera en que lo conservamos.
El oxígeno, el calor y la luz (rayos ultravioletas) pueden degradar la composición química, y en consecuencia sus propiedades terapéuticas.
El calor acelera las reacciones químicas, duplicándose al alcanzar los 10º, lo que indica que las altas temperaturas afectan a la vida útil del aceite. Las altas temperaturas provocan que el aceite se oxide al aumentar los niveles de peróxido. Algunos aceites como el pino pueden incluso cambiar a temperatura ambiente. Una manera eficaz de conservar los aceites es en el refrigerador, y en su parte más alta en el caso de que tengamos niños en la familia. Si empezamos a acumular una cantidad considerable de aceites es buena idea que nos hagamos con un pequeño refrigerador para nuestros esenciales exclusivamente.
La luz ultravioleta (UV) tiene también influencia sobre las reacciones químicas de los componentes de los aceites y puede deteriorarlos. La luz ultravioleta separa las moléculas al romper los enlaces entre átomos, dejando libres átomos altamente reactivos que se unen con moléculas de oxígeno dando lugar a ozono, el cual es muy inestable y por lo tanto, la luz ultravioleta puede repetir rápidamente este proceso. En experimentos se ha visto que la exposición de muchos aceites esenciales, entre ellos el pino, lavanda, romero y comino, a la luz ultravioleta deteriora significativamente su composición y perfil bioquímico.
En cuanto al oxígeno, este es un oxidante. Al abrir una botella de aceite esencial, el oxígeno entra en la botella y llena el espacio libre, de manera que cuanto más oxígeno entra en la botella, más oxidación va a ocurrir. La oxidación ocurre en todos los procesos biológicos y es una reacción química que altera los componentes químicos de los aceites también, dando lugar a nuevas moléculas. Es por esto muy importante cerrar pronto y bien las botellas tras su uso y reenvasar el aceite en botellas más pequeñas conforme vayamos consumiendo la cantidad, así por ejemplo, podemos reenvasar en botellas de 5 ml el aceite que teníamos en una botella de 10 ml del que ya hemos consumido la mitad. Es importante que usemos botellas nuevas o bien lavadas con detergente y luego alcohol y perfectamente secas.
El deterioro de un aceite va a depender de los tres factores, los cuales se suman, es decir un aceite expuesto a la luz solar y alta temperatura se va a oxidar más rápidamente si la botella está medio vacía.
Realmente no existe una pauta general en lo que respecta a la estabilidad de los aceites esenciales, ni un consenso sobre las condiciones exactas que pueden causar la degradación porque variará según el aceite. Por ejemplo, los aceites ricos en fenol como el tomillo y el orégano, resisten la degradación porque los fenoles son buenos antioxidantes. Las moléculas de sesquiterpenos de mayor peso también son más estables y resisten mejor las alteraciones químicas que los monoterpenos de menor peso. Los aceites de cítricos que son predominantemente monoterpenos, como el limoneno, tienden a cambiar fácilmente su composición durante el almacenamiento, especialmente si se han abierto.
En general, se deben seguir estas pautas de almacenamiento:
– Almacenar los aceites esenciales en vidrio ámbar.
– Mantener los aceites esenciales en un lugar fresco y oscuro lejos de fuentes de calor y exposición directa a la luz solar.
– Transferir los aceites esenciales abiertos a botellas más pequeñas cuando haya usado cerca del 50% de la botella.
– Si los aceites esenciales se calientan (por ejemplo, por haberlos transportado en coche), déjelos volver a la temperatura ambiente antes de abrirlos y usarlos.
La química de cada aceite esencial juega un papel importante en la propensión a cambiar de composición con el tiempo. Ciertos componentes de los aceites esenciales son más propensos a sufrir alteraciones que otros.
Muchas variables contribuyen a la vida útil de un aceite esencial, y asumiendo que se ha almacenado adecuadamente, tenemos este cuadro que nos puede servir como guía:
Familia química | Caducidad sin abrir | Capacidad abierta | Ejemplos |
---|---|---|---|
Monoterpeno | 1–3 años | 1–2 años | Pomelo, Limón, Lima |
Monoterpeno + Monoterpenoide | 1–3 años | 1–2 años | Palo Santo |
Aldehído+ Ester | 4–7 años | 2–3 años | Cassia, Canela corteza |
Aldehído + Monoterpeno/Alqueno | 4–7 años | 2–3 años | Verbena |
Aldehído + Monoterpenoides/Sesquiterpenoide | 4–7 años | 2–3 años | Mirto, Lemongrass |
Monoterpenos+ Ester | 4–7 años | 2-3 años | Abeto negro |
Ester | 4–7 años | 2–3 años | Gaulteria |
Ester+ Alqueno/Cetona/Monoterpeno | 4–7 años | 2–3 años | Siempreviva |
Ester+ Monoterpenoide | 4–7 años | 2–3 años | Salvia esclarea |
Esteres + Oxido | 4–7 años | 2–3 años | Cardamomo |
Cetona + Monoterpeno | 4–7 años | 2–3 años | Salvia Real, Hierbabuena |
Cetona + Sesquiterpeno/Eter/Cetona | 4–7 años | 2–3 años | Cúrcuma |
Monoterpeno+ Alqueno/Sesquiterpeno | 4–7 años | 2–3 años | Enebro bayas, Pino |
Monoterpeno + Alqueno/Fenilpropanoide | 4–7 años | 2–3 años | Ravensara |
Monoterpeno + Eter | 4–7 años | 2–3 años | Nuez moscada |
Monoterpeno+ Sesquiterpeno/ Sesquiterpenoide | 4–7 años | 2–3 años | Elemi |
Monoterpenoide | 4–7 años | 2–3 años | Palo de Rosa |
Monoterpenoide+ Aldehído/Monoterpeno | 4–7 años | 2–3 años | Citronela |
Monoterpenoide+ Ester/Monoterpeno | 4–7 años | 2–3 años | Bergamota |
Monoterpenoide+ Cetona | 4–7 años | 2–3 años | Menta piperita |
Monoterpenoide+ Fenilpropanoide/Oxido | 4–7 años | 2–3 años | Albahaca Sagrada |
Monoterpenoide+ Oxido | 4–7 años | 2–3 años | Rosalina |
Oxido + Monoterpeneo/Monoterpenoide/ Alqueno | 4–7 años | 2–3 años | Cajeput |
Oxido+ Cetona/Monoterpeno/Alqueno | 4–7 años | 2–3 años | Romero cineol |
Fenol+ Monoterpeno/Sesquiterpeno | 4–7 años | 2–3 años | Orégano |
Fenilpropanoide+ Monoterpenoide | 4–7 años | 2–3 años | Albahaca |
Fenilpropanoide + Sesquiterpeno/ Monoterpeno | 4–7 años | 2–3 años | Canela hojas, Clavo es. |
Sesquiterpeno + Alqueno/Ester/Monoterpeno | 4–7 años | 2–3 años | Ylang Ylang |
Sesquiterpeno + Oxido | 4–7 años | 2–3 años | Manzanilla azul |
Sesquiterpeno/Sesquiterpenoide | 7–12 años | 5–10 años | Cedro atlas, Sándalo |
Sesquiterpeno + Eter + Sesquiterpeno | 7–12 años | 5–10 años | Mirra |
Sesquiterpeno +Cetona | 7–12 años | 5–10 años | Palo de Buda |
Con un almacenamiento adecuado (lugar fresco y oscuro lejos de fuentes de calor y en botellas bien cerradas y llenas), los aceites esenciales tienen una vida útil prolongada. De hecho, en una investigación italiana se ha encontrado que el aceite de menta almacenado correctamente durante 50 años, cerrado en un lugar fresco y oscuro en vidrio ámbar y sellado con cera, cumplía e incluso excedía la calidad y actividad antimicrobiana con respecto a una muestra de aceite de menta reciente. Y si volvemos a pensar en los perfumes de la tumba egipcia, vemos que la preservación fue posible por la oscuridad, la temperatura fresca en el recinto cerrado de la tumba excavada en la roca y seguramente el sellado perfecto de la vasija.
Esto demuestra que los aceites esenciales pueden mantener su calidad, sus propiedades y su seguridad de uso durante años.
Desafortunadamente, un análisis químico tiene un precio elevado y no merece la pena en la mayoría de los casos analizar una botella de aceite que tenemos desde hace tiempo para comprobar si aún conserva sus propiedades. Pero podemos confiar en los sentidos, en concreto en el aroma del aceite pues es un buen indicador de su posible degradación. Si el aceite huele diferente a como debe hacerlo, esto es una indicación de que la composición química ha cambiado. Los aceites cítricos pueden tener trozos blancos flotando en ellos a medida que se echan a perder. También cambia el sabor del aceite degradado y puede provocar irritación en piel cuando normalmente ese aceite en concreto no lo haría estando fresco. La consistencia también es un indicador y cuando los aceites se oxidan se resinifican o polimerizan, volviéndose más densos de lo que eran.
A modo de conclusión podemos decir que la conservación del aceite depende del tipo de aceite, de su composición y de las condiciones de conservación, y en este sentido, nosotros podemos controlar y prolongar la vida de un aceite esencial o una resina.
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